En este ensayo, que se lee como una novela, el gran historiador de Francia y su Revolución nos ofrece un nuevo modo de acercarnos al pasado. Esta perspectiva supone un compromiso para contemplar el pasado desde aquellos que fueron excluidos del análisis histórico, en este caso las mujeres disidentes la bruja, haciéndolas no solo protagonistas de la historia, sino agentes de la emancipación y potenciadores de la libertad y el progreso.