Una mañana dos funcionarios se presentan en la pensión donde vive el gerente bancario Josef K. para informarle de que se le acaba de abrir un procedimiento judicial cuya causa desconocen. Le comunican que debe presentarse de inmediato en los juzgados para aclarar su situación. A partir de ese momento, la vida de K. se va a ver atrapada en un absurdo e interminable proceso que, como indica uno de los miembros del tribunal, incluye en sí la propia condena del acusado.