Un acontecimiento editorial sin precedentes: el primer y único diario escrito por un preso de Guantánamo. Mohamedou Ould Slahi se encuentra recluido en el campo de detenidos de Guantánamo (Cuba) desde 2002 hasta hoy. En todos estos años, nunca se le ha acusado de un delito concreto. A pesar de que un juez federal ordenó su puesta en libertad en 2010, el Gobierno estadounidense revocó la decisión y no parece que planee soltarlo.
Tres años después de su internamiento, Slahi comenzó a redactar un diario manuscrito, que perfila su vida antes y durante el cautiverio. El resultado no es simplemente el vívido relato de una privación involuntaria de justicia, sino un libro de memorias profundamente personal, aterrador, lleno de humor negro y sorprendentemente amable. En sus páginas relata los interrogatorios a los que fue sometido y las condiciones en las que vivió desde que fue privado de la libertad por su presunta participación en la Trama Milenio, así como la serie de acusaciones que lo vinculaban a los perpetradores de los ataques del 11-S. El Diario de Guantánamo es, por tanto, un documento de gran poder emocional e importancia histórica.