1212, año del Señor. Europa está en plena convulsión cuando por el reino de Francia avanza una tropa desigual de niños cruzados, conducida por el pastorcillo Esteban de Cloyes en un ambiente enfebrecido y jubiloso. Su objetivo: Jerusalén, a la que piensan liberar sin arma alguna, con la única fuerza de la fe.Mientras tanto, el califa almohade al-Nasir prepara en Sevilla un poderoso ejército para marchar sobre Roma, que vive atemorizada. Ha jurado que sus caballos abrevarán en las fuentes vaticanas. El fervor religioso se mezcla con el odio al otro, al diferente. Y los judíos son perseguidos con saña, robados y masacrados