Ya en su libro anterior, Extenso (Calcomanía, 2011), Mary Eliana García Calderón demostró un gran manejo en los diversos campos producido por una lírica finísima, tejido harto difícil en una (a)puesta de ópera prima. Su estilo grácil, aquella vez era férreo en su arte poética. Versos libres y breves, que sorprendían por su acierto complejo, por su aserto comedido, por su acerca de su yo rotundo. Con Sobresaltos su economía verbal es su privilegio. Son 18 poemas divididos en tres partes y con epígrafes. En todos ellos uno encuentra un solo aliento, una sola inspiración. Es esa voz que va saliendo melodiosamente de su propia corporalidad y forja una trayectoria que va a volver a encontrar las nodos de una visión tras otras que se han ido colocando de la imagen mayor, la primera.