A pesar de lo ilusa que resulta la idea de alcanzar una personalidad única e invariable, existen quienes llegan a un novel de armonía entre sus propios demonios, una estabilidad tal que permite una convivencia cómoda entre lo que uno fue y es. Y no necesariamente en ese orden. Mujeres en disputa es la expresión de esa armonía, el testimonio del hallazgo de ese punto de equilibrio entre los matices que conforman nuestro mundo interno. Elsa Bustamante expone el proceso que le permite convivir consigo misma, un proceso que se mantiene, se refuerza y se consolida como el móvil que rige el día a día.