Con la sensación de enclaustramiento y abandono, leitmotiv del libro, a la edad en que se estrenan alas para vuelos mayores, se abocó a bajar los decibeles del miedo y cicatrizar pronto los moretones espirituales alojándolos, seguramente, ahí donde se reprimen las basuras incompasivas de la vida.Nunca comprendió lo sucedido ni lo comprende ahora por el aura de misterio que envolvió el trance. Le ha bastado sumergirse en ese pasado, y describir el percance y el renacer, rememorando contenidos que fueron brotando detrás de la muralla del tiempo.