La desheredada ofrece un fiel reflejo de la sociedad de la época. Se describen con detalle en la novela todos los ambientes, costumbres e incluso aparecen hechos históricos reales. El autor nos muestra una sociedad urbana (la historia transcurre en Madrid), en la que las diferencias entre clases son enormes. Isidora está en contacto constante con la sociedad y se relaciona con personajes de todo tipo, dando pie al autor a expresar las diferentes ideologías que existían. Por medio de Isidora el autor quiere criticar el afán por medrar en la sociedad a toda costa, la ambición de llegar a lo más alto como sea pasando por encima de todo. En una época de tan agudas diferencias sociales, las personas aspiraban siempre a mejorar, a subir en la escala social y a aparentar ser más de lo que eran. Esto es lo que el autor critica enseñándonos a un personaje que cree ser más de lo que es y vive y actúa como tal.