La grandeza de Rimbaud (Charleville, 1854 - 1891) seguirá consistiendo en haber rechazado la poca libertad que en su siglo y su lugar él habría podido hacer suya, para testimoniar la alineación del hombre y llamarlo a pasar de su miseria total al enfrentamiento trágico de lo absoluto. Es esta decisión y su firmeza la que hacen que su poesía sae la más libertadora y, por consiguiente, una de las más bellas de lengua francesa.