Esta es una novela breve escrita para ser leída por un público numeroso pero nunca tomado en cuenta: el bilingue quechua castellano. La trama es engañosamente simple: un joven cuya ocupación es ser poeta y vago, le cuenta a su compañero de copas la historia de sus amoríos. Pero la trama esconde una novísima versión de la narrativa. Y es que si bien el relato es narrado en castellano estándar, no sucede lo mismo con los diálogos. En estos se recurre a la traducción literal del quechua para lograr un efecto cómico.