La poesía de Luis Alberto López Herrera es íntima e intensa, rica y fuerte en metáforas continuadas y analogías. La recurrencia a un lenguaje amplio, pero directo, hace que su obra marque una tendencias propia e irrepetible.
Este poemario es, a la vez, una confesión permanente y un grito regional de independencia. Un llamado a nuestra individualidad y, solo después, a nuestra universalidad.