A lo largo de varios años, poco a poco, me he ido relacionando con la selva del Perú, con sus espacios y su gente. He ido conociendo algunas ciudades y sus alrededores: Iquitos, Moyobamba, Tarapoto y los ríos majestuosos: el Amazonas, en Loreto y el San Francisco en la selva de Ayacucho. He apreciado el arte de los pintores, la sencillez de los pobladores, su don de gentes.
Y se fue generando en mí un profundo aprecio por todo el territorio y por las personas. Los poemas para la selva fueron apareciendo de modo espontáneo y, de pronto, se hicieron un plan que ahora, culminado, puedo ofrecerlo a los lectores. Debo particular gratitud a los miembros del claustro de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) en Iquitos, a las autoridades de la Dirección Desconcentrada de Cultura de San Martín, y en especial a Luis Alberto Vásquez, a Gino Ceccarelli Bardales (destacado artista), a Arturo Ríos, escritor y amigo de tantos años. La conecpción general del libro fue enriquecida con lecturas de especialistas, particularmente de Claude Lévi-Strauss, Biagio D'Angelo, Jaime Regan S. J y Jeremy Narby. Asimismo, a los amigos de Colombia y Brasil que me han hecho conocer sus realidades.