Con una enorme habilidad periodística, Milver Ávalos Miranda presenta un puñado de textos con un hilo narrativo común: la denuncia de las tragedias cotidianas, muchas veces es más efectiva e inteligente si se escribe en forma de historias con nombres y apellidos reales: un niño enfermo por los efectos de una minera o una madre que se entera del asesinato de su hijo.