Los textos que componen esta Balada en tres tiempos son poemas de amor, pero de un amor que se sabe del siglo XXI y que hunde, por tanto, sus raíces y se desarrolla en unas coordenadas muy distintas a las que nos dejaron en herencia grandes poetas de siglos anteriores. Las referencias a pasado, presente y futuro no son ya modos elegíacos para expresar el paso inexorable de los años ni la nostalgia por ningún paraíso perdido. Porque, aunque no estén ausentes ni una desolación sin límites ni el temor producido por el misterio que nos envuelve, el tiempo recurrente que los unifica es siempre un aquí y un ahora.